2016-07-29 SAMARKANDA
Antes de dedicarnos al turismo por Samarkanda,
teníamos que solucionar el tema del cambio de ruedas y el cambio de moneda.
El cambio de moneda, lo solucionamos con el guía de
un grupo de turistas españoles y además nos recomendó ir a la puerta de los
bazares a hacer cualquier cambio de divisa en el mercado negro donde
prácticamente se duplica el cambio. El guía se llama Dil y es un buen contacto
para le gente que quisiera contratarlo para hacer su trabajo por Uzbekistán o
simplemente para que os eche una mano en caso de necesidad. Es un tío
encantador. Os dejamos sus datos:
Dil Murod Khaitov
Tlf.: +998 94 695 67 47
El segundo problema eran las ruedas. Preguntamos en
el hotel por la zona de los talleres y al acercarnos, vimos el primero que nos
gusto por su aspecto de limpieza y gente joven trabajando. Aun así, dimos una
vuelta para ver si veíamos algo mejor pero nada, nos volvimos al primero.
Nada mas llegar, no les gusto mucho la idea del
cambio de ruedas a una moto pero les dije que yo desmontaba las ruedas y que
ellos cambiaban las cubiertas. Se acabo el problema. Nos pusimos manos a la
obra y entre los que estábamos por allí y algunos mas que se acercaron,
cambiamos las ruedas.
Por cierto, el dueño, un chico joven, nos comento que
este año había estado en Barcelona viendo el partido Barça – Atlético de
Madrid. Nos enseño las fotos, la ropa del Barça que se había traído, etc.
Estaba encantado de la experiencia.
En cuanto a las ruedas, deciros que las he cambiado
con 9.800 Km. y como podéis comprobar por las fotos, estaban aun en bastante
buenas condiciones. A pesar que los de Continental no me dejaron ni
presentarles el dosier del viaje, no voy a dejar de alabar las buenas
sensaciones que transmiten las cubiertas TKC 60. Han aguantado perfectamente
los 9.800 Km. con una moto cargada a tope, dos personas y temperaturas
elevadas. No se puede pedir mas. Magnificas.
Las nuevas son unas Heidenau que son mas mixtas,
pensando en las montañas de Pamir y en las pistas que me puedo encontrar.
A partir de ese momento, nos dedicamos a hacer
turismo por Samarcanda.
En cuanto a la ciudad, no hay palabras para describir
la plaza del Registan. Decir que es una maravilla, es quedarse corto. La ciudad
vive a su alrededor y el turismo también. Lo único que no nos gusto es que en
el interior de semejante monumento hayan abierto tiendas de suvenir, te dejen
disfraces para sacarte foto, etc.
Pero hay mas cosas para ver en Samarkanda, como el
Mausoleo de Gur-e-Amir, el gran conquistador de Asia Central, la necrópolis de
Sha-i-Zinda, que es un conjunto de 18 mausoleos a cada cual mas bonito, la
mezquita de Hazrat-Hizr o el bazar.
Mientras estábamos visitando la mezquita, se nos
acerco un señor mayo interesándose por la moto, por nosotros, nuestras
familias, etc, y seguidamente un chico nos invito a su casa a comer, quería
darnos la dirección de su casa para que fuéramos a conocer a su familia. Es una
pasada la gente.
Después de visitar todo lo que pudimos, nos fuimos a
cenar y mas tarde quisimos volver a la plaza de Registan para verla con la
iluminación nocturna. Preciosa.
Poco mas os podemos contar de esta maravillosa
ciudad.
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