2016-08-06 SARY TASH – SARY MONGOL – OSH
Ayer, después de escribir la crónica, me fui a la gasolinera del
pueblo a cambiar moneda. Estando allí con una niña de 15 años, que era la que atendía
la gasolinera, apareció un italiano que me dijo que le interesaba mi moneda ya
que iba hacia Tayikistán y él me daba la de Kirguistán. Perfecto. Nos
arreglamos rápidamente y los dos contentos.
Estando charlando con él de nuestros viajes para al nuestro lado un
4x4 del que se baja un chico y nos habla en castellano. Era Bernabé, un chico
chileno que tiene un año sabático y esta haciendo turismo por esta zona,
acompañado por su guapísima pareja. Nos pide una serie de explicaciones sobre
la ruta que yo acaba de hacer, nos despedimos y se van.
Yo me volví al guest house y estando allí, al cabo de un rato,
vuelve a aparecer Bernabé, que se había quedado sin frenos en dirección a la
frontera. Me cuenta que había comprado el coche en Osh y que ya se había roto la
barra de la dirección, algo del motor y ahora los frenos. Habían comprado una
lata de 5L. de liquido de frenos y con eso querían hacer todo el Pamir y el
corredor de Vakhan.
Bernabé, si estas leyendo esta crónica, será porque sigues vivo,
cosa que me alegrara mucho, y que hayáis tenido tanta suerte de llegar hasta
vuestro destino sin demasiados incidentes.
Para el día de hoy y el de mañana, no tenia ningún plan ya que debo
de esperar en esta zona a Angel de Bilbao y a Lea de Alemania para cruzar a
China juntos.
Cuando he salido de Sary Tash, me he ido a Sary Mongol para ver si
podía acercarme al campo base del pico Lenin y ver las guest house de la zona,
ya que anuncian que tienen wifi gratuito.
Cuando he llegado, me ha sido imposible llegar al campo base ya que
el rio viene crecido y era del todo imposible cruzarlo. He dado una vuelta por
el pueblo y viendo la oferta de alta tecnología que me ofrecían, he decidido ir
a Osh, la segunda ciudad mas importante Kirguistán y a donde mañana por la
mañana, llega Angel y donde a quedado con Lea.
He buscado un hotel en la zona de las embajadas y me he instalado.
El hotel es el típico soviético de la época de la guerra fría, con conserjería
en cada planta y todo. Los empleados parecen traídos desde el mismo Moscú
porque son sumamente, secos y ni siquiera esbozan una mínima sonrisa. Lo bueno
es que tiene un wifi aceptable.
Contactado con Angel, me dice que han quedado en salir del taller
donde tiene la moto sobre las nueve y media y yo quedo con ellos en que me alcancen
en la carretera dirección Sary Tash.
Así, sin mas, quedamos para mañana
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